Carretera Nacional 621, 39584 Tama – Cillorigo de3 Liébana (Cantabria)
En 1987 se presentó en FITUR el primer orujo legal del Valle de Liébana (Cantabria), y uno de los primeros de España, el Orujo de LOS PICOS. Desde entonces y hasta la actualidad, Orujo de Liébana, S.A. ha mantenido la tradición en los procesos de destilación, seleccionando cuidadosamente las materias primas empleadas, lo que le ha permitido obtener un alto nivel de calidad, como así hoy día son reconocidos nuestros productos en el mercado nacional e internacional para satisfacción y deleite de los amantes de un buen orujo de calidad.
En la actualidad, y una vez realizado el relevo generacional en su hija Isabel, el espíritu de los comienzos sigue siendo el mismo: ofrecer el auténtico e inconfundible sabor del Orujo de Liébana, tanto en su gama de productos con la marca comercial LOS PICOS, como en la recién creada JUSTINA DE LIÉBANA.
Para lograr entender bien lo que es el verdadero carácter del orujo de LOS PICOS tenemos que ubicarnos en el pequeño y montañoso Valle de Liébana.
La comarca de Liébana, parte importante del Parque de los Picos de Europa, es un territorio perfectamente definido de montaña, (incluso de alta montaña en algunas zonas), que es atravesado por el río Deva y sus dos principales afluentes: el Quivesa y el Buyón. Es un territorio cerrado al que desde el norte sólo se puede acceder por el Desfiladero de La Hermida, carretera que discurre paralela al río Deva y entre escarpadas murallas de roca caliza, casi verticales, algunas con más de 600 metros de altura y desde la Meseta a través de dos puertos de montaña : el de Piedras Luengas y el de San Glorio.Liébana se caracteriza por tener una variedad climática sorprendente, donde se alterna un microclima propiamente mediterráneo con los rigores de la meteorología alpina en las zonas más elevadas.
Y además, disfrutamos destilando… ya son más de 30 años encendiendo las alquitaras cada mes de octubre, justo en el momento en que se termina de fermentar el vino y los hollejos están listos. Con la sabiduría y la experiencia que dan las horas de trabajo, noche y día sin parar, a la espera de que, gota a gota, vaya fluyendo el orujo.