Por JAVI FRANCO
El pasado sábado fui a visitar Caloca, el segundo pueblo más alto de Cantabria situado a 1.108 metros sobre el nivel del mar y perteneciente al municipio de Pesaguero en la comarca de Liébana (Cantabria). Tras realizar la famosa «Ruta circular por el Valle de Caloca» https://destino.laliebana.com/ruta-circular-por-el-valle-de-caloca/ decidí comer en Mesón El Laurel https://destino.laliebana.com/meson-el-laurel/ regentado por Marta y Manolo.
Lo primero que nos sorprende del lugar es la amabilidad y buen trato, nos atienden con esa cercanía que se echa de menos y que en pocos lugares ya vamos a encontrar.
Nos decantamos por unas alubias de puchero «hechas como las de antes». Marta nos comenta que a primera hora cuando abre la cocina, pone el puchero con las alubias a fuego lento durante toda la mañana, utilizando las mejores materias primas autóctonas y cocinándolo del mismo modo que lo ha hecho «toda la vida».
De segundo pedimos lomo con huevos caseros y patatos fritas «de verdad», nada de congeladas, un lujo que en muy pocos sitios ya podremos encontrar.
Tras este festival de exquisiteces, un café de puchero de los de antes, con ese sabor tradicional que ningún otro café puede igualar, pues, como nos dice 𝗠𝗮𝗻𝗼𝗹𝗼, «aquí no tenemos cafetera», todo ello regado con su pertinente Orujo de Liébana.
Mesón El Laurel nos ofrece una cocina auténticamente casera, la cocina de siempre que está marcada por ese sabor de hogar que tanto nos gusta: borono con manzana repinalda frita, torreznos con huevos, chorizo, auténticas alubias hechas en olla a fuego lento como antiguamente y chuletas de primera calidad entre otros manjares, acompañado de un vino de Rioja cosechero de la zona de Briones espectacular y de postre, entre otras delicias, el flan casero que 𝗠𝗮𝗿𝘁𝗮 elabora como antaño se hacía.
Aquí os dejo la carta del establecimiento: https://el-laurel.destinoliebana.com/






